CRISTIANO, ¡DESCANSE!
(CHRISTIAN, AT EASE!)

Reclama las promesas de Dios, mézclalas con fe, y entra al Descanso de Dios. Las promesas bíblicas contienen el pensamiento divino y dan al creyente la confianza en Dios. En adversidad o prosperidad, el creyente puede reclamar las promesas para estabilizar su mente, recordar la doctrina Bíblica en que están basadas las promesas, y llegar a las conclusiones doctrinales que constituyen la base para una vida espiritual vigorosa. El cristiano que descansa ha aprendido a utilizar los recursos divinos y a encontrar fortaleza interior y felicidad.

 

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© 1993